Tesis doctoral: "Las resinas alquídicas aplicadas a la pintura artística".


Portada de la tesis doctoral.

Bueno, a estas alturas de blog llego a la época en que tras superar los dos cursos de doctorado en el examen del DEA con nota de sobresaliente, dejo de lado el tema del grabado no-tóxico y me centro exclusivamente en mi tesis doctoral sobre las pinturas alquídicas, y más concretamente los óleos alquídicos.

Comencé en 2005 y la acabé a principios de 2010, no pudiendo leerla hasta finales de dicho año por todo el trajín que supusieron últimas correcciones, impresión de ejemplares y, sobre todo, reunión de un tribunal que cumpliera todos los requisitos en un día que todos pudieran coincidir, pues procecía de Barcelona, Canarias y Chicago.

La tesis está estructurada en 3 partes:

La primera parte vendría a compendiar un poco el estado de la cuestión, un intenso capítulo sobre la pintura al óleo, otro sobre pinturas alquídicas en general y un tercero sobre los óleos alquídicos, en el que ya comenzaba la labor investiga mediante un análisis exhaustivo de dichas pinturas (principalmente las Griffin de Wilson & Newton).

La segunda parte fue la más dura y la más puramente experimental. El objetivo básico era intentar averiguar una formulación básica que permita al artista poder fabricarse sus propios óleos alquídicos. Fue una investigación dura, extensa y que en algún momento me llegó a parecer un callejón sin salida (es decir, que dichas pinturas sólo se pudiesen fabricar mediante procedimientos industriales) pero al final conseguí salir del trance y llegué a una formulación que conseguía unos resultados muy similares a los perseguidos. Por el camino no sólo estudié las pinturas formuladas al estilo de los Griffin, sino también otras mezclas que fui probando por el camino, algunas de las cuales pueden llegar a ser también interesantes. Teniendo en cuenta que todas las pruebas las solía hacer con muestras de cerca de 30 pigmentos se puede comprender la dimensión de la labor.

Finalmente, la tercera parte fue bastante más amena y consistió en realizar pequeñas monografías sobre artistas que trabajan o han trabajado con pinturas alquídicas. Fue muy gratificante ponerme en contacto con la mayoría de dichos artistas (algunos más conocidos otros menos), los cuales en su gran mayoría se mostraron muy amables conmigo cuando les hice preguntas sobre su relación con los alquídicos (recuerdo muy especialmente cuando el pintor David Reed me envió personalmente una monografía sobre su obra desde los USA).

Dicho todo esto nos podemos hacer una idea de la envergadura del trabajo que finalmente abarcó 800 páginas sobre un tema sobre el que apenas había nada escrito. A nivel personal me supuso un cambio de chip brutal, pues poco tiene que ver la actividad investigativa con la creativa, que prácticamente me obligó a frenar en la producción de obra. Especialmente difícil me resultó la labor de redacción como ordenar esa infinitud de datos de manera que se entiendan correctamente, que estén ordenados, que no se repitan o contradigan etc. Pero bueno, creo que el resultado al final valió la pena. Evidentemente no voy a colgar aquí la tesis doctoral, pero sí que dejo el índice para que os podáis hacer perfecta cuenta de los detalles de la investigación.