Vánitas I. Grabado al carborúndum. 56 x 37,5 cm.
Vánitas II. Grabado al carborúndum. 56 x 37,5 cm.
Vánitas III. Grabado al carborúndum. 56 x 37,5 cm.
Vánitas IV. Grabado al carborúndum. 56 x 37,5 cm.
Vánitas V. Grabado al carborúndum. 56 x 37,5 cm.
Última cosa que me quedaba de colgar de la época de la carrera. Aquí me lié la manta a la cabeza con el carborúndum para adaptarlo a mi estilo. Y la verdad que me compliqué la existencia. El carborúndum es útil más bien para crear manchas puntuales, hacer todos estos entramados fue complicadísimo y muy costoso para que se enganchara bien el carborúndum a la plancha, que eran cartones reforzados con resina de poliuretano. Sudé la gota gorda, literal, ya que era prácticamente verano, pero pude hacer unos pocos.
Ahora mismo elegiría el aguatinta para conseguir estos efectos de forma más sencilla, aunque la gracia del carborúndum es el relieve que le da al papel, que también es muy interesante y bastante acorde con mi filosofía del arte manual frente al digital.