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Así pues, en los San Bernabés (fiestas de Logroño) de aquel Junio me puse a ello. En aquel momento lo de “intensidad” no es que lo diga de forma gratuita, es el storyboard que más rápido he dibujado en la vida. Me lo tumbe en dos ratos, la primera mitad un sábado por la tarde y la segunda la tarde siguiente en un viaje en bus de 6 horas Logroño-Barna, no me veas ahí embutido en los asientos de Alsa dibujando DIN A3s (el del Kinky lo había hecho en A4) como un cafre.
En este caso, por las características del guión, el desglose en planos lo hice yo, sin ayuda de Velasco Broca. Y en general, salvo algún pequeño error de eje (aun no me había leído el magnífico Plano a plano de Steven D. Katz) le encantó a César, sobre todo la escena de las manos dentro del coche.
Hey you Mary Lou contaba con una imaginería que hacía de él un auténtico Velasco Broca (y una fiesta para dibujarlo): Un superman rockabilly japonés, un cowboy fetichista del pie, un extraterrestre, una chica oriental con el brazo vendado (imagen recurrente de César en aquella época y que, paradójicamente, no fue filmada en ninguno de sus cortos), otra chica con una máscara animal y una correa al cuello etc.
Me suena que ya había empezado a mover el guión, y creo que quería intentar conseguir a un famoso actor cómico venido a menos como protagonista, pero entonces “La costra láctea” se cruzó en su camino, y un cúmulo de acontecimientos hicieron que este último proyecto se pudiera materializar, dejando a “Hey you Mary Lou” en la nevera (puestos a elegir, mejor “La costra”…). Pero esta ya es otra historia.
Como este storyboard no se incluye en el DVD Echos der Buckrücken, incluyo aquí también la versión original, que es la que se hubiera utilizado si se hubiera rodado:
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